El documento de Declaración de Independencia, fue redactado después de la sesión del 5 de julio, por una comisión con intervención protagónica de Juan Germán Roscio |
El 5 de julio de 1811 el Congreso Constituyente instalado el 2 de marzo anterior, proclamó solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela. Sobre dicha decisión se levantó Acta, en la cual se lee que los diputados “a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos”.
SOCIEDAD PATRIÓTICA
La decisión exigió movilizaciones de organizaciones de la calle, como la Sociedad Patríotica, así como constantes campañas de los periódicos con orientación republicana, que desde 1810 circulaban en Caracas y otras ciudades. Las barras del Congreso continuamente se veían ocupadas por jóvenes que voceaban a favor de la declaratoria de Independencia. Resultó crucial la jornada de la Sociedad Patriótica del 3 de julio de 1811, donde intervino Simón Bolívar y se acordó pedir al Congreso su pronunciamiento sobre la Independencia.
EL ACTA
El documento de Declaración de Independencia, fue redactado después de la sesión del 5 de julio, por una comisión con intervención protagónica de Juan Germán Roscio. En lenguaje que expresa erudición y pensamiento iluminista, pese a guardar silencio respecto a la institución de la esclavitud, recoge el pensamiento universal de humanismo, tolerancia y anhelo de felicidad. “Nos gloriamos, dice, de fundar nuestro proceder en mejores principios… no queremos establecer nuestra felicidad sobre la desgracia de nuestros semejantes, miramos y declaramos como… compañeros de nuestra suerte, y partícipes de nuestra felicidad, a los que, unidos con nosotros por vínculos de sangre, lengua y religión, han sufrido los mismos males… siempre que, reconociendo nuestra absoluta independencia… de toda otra dominación extraña, nos ayuden a sostenerla con su vida, fortuna y opinión”.
EL GRAN VENCEDOR
El fraile e historiador Juan Antonio de Navarrete, testigo de los acontecimientos, describe la escena de ese mismo 5 de julio, en la Plaza Mayor de Caracas, teniendo por figura central a Francisco de Miranda “en el mismo sitio donde el verdugo quemó y pisó su retrato, tremoló (Miranda) la bandera”. A Miranda se le comisionará junto a Lino de Clemente, la misma tarde del 5, para proponer la bandera definitiva de Venezuela. Así, el Precursor resultó el gran vencedor de la jornada. Fueron sus argumentos los que orientaron la discusión: la Independencia es un problema de orden público, era una necesidad internacional, no causaría trastorno social, y el país estaba preparado para ella.
“MIRANDA…ORIENTÓ A LOS DIPUTADOS”
“Miranda -el 5 de julio de 1811- dio un enérgico discurso (…) Advirtió que hasta que no se supiera que éramos independientes, no podríamos celebrar pacto alguno con otras potencias ni recibir su auxilio (…) la exposición de Miranda…orientó a los diputados (…) la discusión siguió su curso. Para (…) Miranda… era preciso ‘tomar una resolución clara que nos sirva para siempre (…) Roscio planteó… la falta de población: EEUU tenía 3 millones al momento de decretar su Independencia, y nosotros uno. Miranda contesta de inmediato: ‘el país (EEUU) mostraba una superficie dos veces la nuestra’. Se observó en el debate que… se podría producir muchas emigraciones… como en Francia. Miranda contestó ‘en Francia sólo emigraron los nobles (…) Nosotros no tendremos sino emigración de algunos españoles” (Extractos del Acta de la Sesión del día 5 de julio de 1811 / En: Tomás Polanco Alcántara, Miranda, Cs, 2004).
Nestor Rivero
Profesor e Historiador
Colaborador CENACK
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