domingo, 10 de enero de 2016

Argentina, Venezuela y la lucha de clases


Quienes  vaticinan el fin del llamado ciclo progresista en América Latina y el Caribe(ALC) pierden de vista que el caldo en que se cuece la política es, irremediablemente, la lucha de clases. Con sus flujos y reflujos, marchas y contramarchas.  


Mientras más se mundializa el capitalismo, mayor importancia adquiere la lucha de clases a escala internacional. Ello, debido a la irreversible crisis sistémica del capitalismo y a la creciente crisis de hegemonía de Estados Unidos. Una impulsa al capital a extraer crecientes tasas de ganancia sin importar los medios extremadamente crueles, inhumanos y ecocidas para lograrlo(el desbocado calentamiento global es un ecocidio). La otra, impulsa al imperialismo estadounidense a emplear a fondo sus inmensos recursos para liquidar todo ejemplo de rebeldía contra su odiosa tiranía mundial, sobre todo en ALC.

Independientemente de las naturales diferencias entre países y procesos políticos, tanto la derrota del kirchnerismo como la del chavismo en las elecciones del 22 de noviembre y del 6 de diciembre pasados, se inscriben en el contexto de una feroz lucha de clases nacional e internacional. Ella se expresa en la disputa  entre los pueblos del mundo y el capital, sea oligárquico o imperialista, por el poder político(lo que incluye la conciencia y también el inconsciente colectivos), la independencia nacional, los recursos naturales y el control geopolítico.
Se trata, como lo demuestra palmariamente el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, que aún perdura, de un enfrentamiento en que resalta la asimetría entre los contendientes. Lo mismo ocurre con cuanto país latino-caribeño intenta librarse de la dominación imperialista, aunque sea tibiamente. Un buen ejemplo es el golpe de Estado de la CIA contra el gobierno del presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz(1954).

Pero de entonces a acá el imperialismo ha modificado sustancialmente la ingeniería del golpe de Estado. Llámese golpe blando, revolución de colores, guerra de cuarta generación, lo cierto es que Washington ha perfeccionado hasta la sofisticación su objetivo de cambio de régimen contra todo gobierno que no se le subordine. Paradójicamente, como muestran Argentina y Venezuela, las elecciones, realizadas bajo la descomunal hegemonía mediática, financiera y militar imperialista, se convierten en una de las armas fundamentales del golpe blando.

Claro que cometen errores los revolucionarios y las fuerzas que pugnan por poner fin al neoliberalismo y encaminar políticas de rescate de la independencia nacional y de impulso a la justicia social. Heredan un Estado y una sociedad preñada de lacras como el conservadurismo, la  ignorancia, la corrupción y el clientelismo,  que a veces los envuelven.

Los proyectos de poder alternativo iniciados con la Comuna de París(1871) están en gran desventaja histórica con la milenaria experiencia de poder de las clases dominantes.

Pero en todo caso, los errores e insuficiencias del chavismo y el kirchnerismo son mucho menos importantes que sus aciertos y logros. De modo que en su derrota electoral pesó mucho la guerra económica y financiera, comunicacional y diplomática desencadenada por Estados Unidos y la derecha contra el cambio de época en nuestra América.

No obstante, el ascenso derechista puede ser efímero y precario a juzgar por el carácter dictatorial y antipopular de los decretos de Macri y su conducta servil a Wall Street en menos de un mes de mandato. Mientras, sus pares de la contrarrevolución venezolana desde el 6 de diciembre y en la instalación de la nueva Asamblea Nacional han enseñado su desesperado afán de consumar un inconstitucional golpe parlamentario contra el presidente Maduro y de acabar cuanto antes con las conquistas de la Revolución Bolivariana.

El chavismo es un sujeto político revolucionario, que si se mantiene unido, aprende de sus errores, atrae a sus simpatizantes disgustados y moviliza a las masas puede neutralizar a los millonarios, cómplices del golpismo pasado y presente y de la implantación del neoliberalismo a sangre y fuego que pululan en la bancada parlamentaria de la contrarrevolución.

El kirchnerismo no se ha sacudido de una derrota que no esperaba ni del lastre del peronismo de derecha, pero tiene enormes reservas de juventud organizada y combativa y fuerza parlamentaria. Lo emplazan al combate una clase obrera y un pueblo que, antes de lo que muchos esperan, entrarán en estado de rebelión contra el regreso del neoliberalismo.

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/bloggers/Argentina-Venezuela-y-la-lucha-de-clases-20160107-0005.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Ángel Guerra

Quienes  vaticinan el fin del llamado ciclo progresista en América Latina y el Caribe(ALC) pierden de vista que el caldo en que se cuece la política es, irremediablemente, la lucha de clases. Con sus flujos y reflujos, marchas y contramarchas.  
Mientras más se mundializa el capitalismo, mayor importancia adquiere la lucha de clases a escala internacional. Ello, debido a la irreversible crisis sistémica del capitalismo y a la creciente crisis de hegemonía de Estados Unidos. Una impulsa al capital a extraer crecientes tasas de ganancia sin importar los medios extremadamente crueles, inhumanos y ecocidas para lograrlo(el desbocado calentamiento global es un ecocidio). La otra, impulsa al imperialismo estadounidense a emplear a fondo sus inmensos recursos para liquidar todo ejemplo de rebeldía contra su odiosa tiranía mundial, sobre todo en ALC.
Independientemente de las naturales diferencias entre países y procesos políticos, tanto la derrota del kirchnerismo como la del chavismo en las elecciones del 22 de noviembre y del 6 de diciembre pasados, se inscriben en el contexto de una feroz lucha de clases nacional e internacional. Ella se expresa en la disputa  entre los pueblos del mundo y el capital, sea oligárquico o imperialista, por el poder político(lo que incluye la conciencia y también el inconsciente colectivos), la independencia nacional, los recursos naturales y el control geopolítico.
Pero de entonces a acá el imperialismo ha modificado sustancialmente la ingeniería del golpe de Estado. Llámese golpe blando, revolución de colores, guerra de cuarta generación, lo cierto es que Washington ha perfeccionado hasta la sofisticación su objetivo de cambio de régimen contra todo gobierno que no se le subordine. Paradójicamente, como muestran Argentina y Venezuela, las elecciones, realizadas bajo la descomunal hegemonía mediática, financiera y militar imperialista, se convierten en una de las armas fundamentales del golpe blando.
Se trata, como lo demuestra palmariamente el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, que aún perdura, de un enfrentamiento en que resalta la asimetría entre los contendientes. Lo mismo ocurre con cuanto país latino-caribeño intenta librarse de la dominación imperialista, aunque sea tibiamente. Un buen ejemplo es el golpe de Estado de la CIA contra el gobierno del presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz(1954). Claro que cometen errores los revolucionarios y las fuerzas que pugnan por poner fin al neoliberalismo y encaminar políticas de rescate de la independencia nacional y de impulso a la justicia social. Heredan un Estado y una sociedad preñada de lacras como el conservadurismo, la  ignorancia, la corrupción y el clientelismo,  que a veces los envuelven. Los proyectos de poder alternativo iniciados con la Comuna de París(1871) están en gran desventaja histórica con la milenaria experiencia de poder de las clases dominantes.
El chavismo es un sujeto político revolucionario, que si se mantiene unido, aprende de sus errores, atrae a sus simpatizantes disgustados y moviliza a las masas puede neutralizar a los millonarios, cómplices del golpismo pasado y presente y de la implantación del neoliberalismo a sangre y fuego que pululan en la bancada parlamentaria de la contrarrevolución.
Pero en todo caso, los errores e insuficiencias del chavismo y el kirchnerismo son mucho menos importantes que sus aciertos y logros. De modo que en su derrota electoral pesó mucho la guerra económica y financiera, comunicacional y diplomática desencadenada por Estados Unidos y la derecha contra el cambio de época en nuestra América. No obstante, el ascenso derechista puede ser efímero y precario a juzgar por el carácter dictatorial y antipopular de los decretos de Macri y su conducta servil a Wall Street en menos de un mes de mandato. Mientras, sus pares de la contrarrevolución venezolana desde el 6 de diciembre y en la instalación de la nueva Asamblea Nacional han enseñado su desesperado afán de consumar un inconstitucional golpe parlamentario contra el presidente Maduro y de acabar cuanto antes con las conquistas de la Revolución Bolivariana.
El kirchnerismo no se ha sacudido de una derrota que no esperaba ni del lastre del peronismo de derecha, pero tiene enormes reservas de juventud organizada y combativa y fuerza parlamentaria. Lo emplazan al combate una clase obrera y un pueblo que, antes de lo que muchos esperan, entrarán en estado de rebelión contra el regreso del neoliberalismo.
Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/bloggers/Argentina-Venezuela-y-la-lucha-de-clases-20160107-0005.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net


Quienes  vaticinan el fin del llamado ciclo progresista en América Latina y el Caribe(ALC) pierden de vista que el caldo en que se cuece la política es, irremediablemente, la lucha de clases. Con sus flujos y reflujos, marchas y contramarchas.  


Mientras más se mundializa el capitalismo, mayor importancia adquiere la lucha de clases a escala internacional. Ello, debido a la irreversible crisis sistémica del capitalismo y a la creciente crisis de hegemonía de Estados Unidos. Una impulsa al capital a extraer crecientes tasas de ganancia sin importar los medios extremadamente crueles, inhumanos y ecocidas para lograrlo(el desbocado calentamiento global es un ecocidio). La otra, impulsa al imperialismo estadounidense a emplear a fondo sus inmensos recursos para liquidar todo ejemplo de rebeldía contra su odiosa tiranía mundial, sobre todo en ALC.

Independientemente de las naturales diferencias entre países y procesos políticos, tanto la derrota del kirchnerismo como la del chavismo en las elecciones del 22 de noviembre y del 6 de diciembre pasados, se inscriben en el contexto de una feroz lucha de clases nacional e internacional. Ella se expresa en la disputa  entre los pueblos del mundo y el capital, sea oligárquico o imperialista, por el poder político(lo que incluye la conciencia y también el inconsciente colectivos), la independencia nacional, los recursos naturales y el control geopolítico.
Se trata, como lo demuestra palmariamente el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, que aún perdura, de un enfrentamiento en que resalta la asimetría entre los contendientes. Lo mismo ocurre con cuanto país latino-caribeño intenta librarse de la dominación imperialista, aunque sea tibiamente. Un buen ejemplo es el golpe de Estado de la CIA contra el gobierno del presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz(1954).

http://www.telesurtv.net/bloggers/Argentina-Venezuela-y-la-lucha-de-clases-20160107-0005.html
Pero de entonces a acá el imperialismo ha modificado sustancialmente la ingeniería del golpe de Estado. Llámese golpe blando, revolución de colores, guerra de cuarta generación, lo cierto es que Washington ha perfeccionado hasta la sofisticación su objetivo de cambio de régimen contra todo gobierno que no se le subordine. Paradójicamente, como muestran Argentina y Venezuela, las elecciones, realizadas bajo la descomunal hegemonía mediática, financiera y militar imperialista, se convierten en una de las armas fundamentales del golpe blando.

Claro que cometen errores los revolucionarios y las fuerzas que pugnan por poner fin al neoliberalismo y encaminar políticas de rescate de la independencia nacional y de impulso a la justicia social. Heredan un Estado y una sociedad preñada de lacras como el conservadurismo, la  ignorancia, la corrupción y el clientelismo,  que a veces los envuelven.

Los proyectos de poder alternativo iniciados con la Comuna de París(1871) están en gran desventaja histórica con la milenaria experiencia de poder de las clases dominantes.

Pero en todo caso, los errores e insuficiencias del chavismo y el kirchnerismo son mucho menos importantes que sus aciertos y logros. De modo que en su derrota electoral pesó mucho la guerra económica y financiera, comunicacional y diplomática desencadenada por Estados Unidos y la derecha contra el cambio de época en nuestra América.

No obstante, el ascenso derechista puede ser efímero y precario a juzgar por el carácter dictatorial y antipopular de los decretos de Macri y su conducta servil a Wall Street en menos de un

mes de mandato. Mientras, sus pares de la contrarrevolución venezolana desde el 6 de diciembre y en la instalación de la nueva Asamblea Nacional han enseñado su desesperado afán de consumar un inconstitucional golpe parlamentario contra el presidente Maduro y de acabar cuanto antes con las conquistas de la Revolución Bolivariana.

El chavismo es un sujeto político revolucionario, que si se mantiene unido, aprende de sus errores, atrae a sus simpatizantes disgustados y moviliza a las masas puede neutralizar a los millonarios, cómplices del golpismo pasado y presente y de la implantación del neoliberalismo a sangre y fuego que pululan en la bancada parlamentaria de la contrarrevolución.

El kirchnerismo no se ha sacudido de una derrota que no esperaba ni del lastre del peronismo de derecha, pero tiene enormes reservas de juventud organizada y combativa y fuerza parlamentaria. Lo emplazan al combate una clase obrera y un pueblo que, antes de lo que muchos esperan, entrarán en estado de rebelión contra el regreso del neoliberalismo.





 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/bloggers/Argentina-Venezuela-y-la-lucha-de-clases-20160107-0005.html. 


sábado, 2 de enero de 2016

Análisis de los dos últimos bloques históricos de Argentina. Por Nerio Neirotti


Seis claves de la ofensiva habilitante en lo económico

Con las reformas parciales de las grandes leyes rectoras del ámbito tributario y del desarrollo estratégico del país, ejecutadas vía habilitante el 30 de diciembre por el presidente Nicolás Maduro, componen las líneas gruesas de la ofensiva económica que pechará y sancionará las ganancias especulativas y los esquemas criminales de fijación de precios de la burguesía parasitaria durante el año 2016, a través del endurecimiento de la política fiscal y tributaria del Estado venezolano contra los agentes de la guerra económica. Asimismo, el giro en las áreas económicas estratégicas para reducir paulatinamente la preponderancia del ingreso petrolero, también comporta un dato clave para la realización de esta ofensiva.

1. La recomposición del ingreso

El Gobierno está imponiendo la agenda y está imponiendo el escenario donde se van a dirimir las grandes cuestiones de la economía. El petróleo, el que ha sido la principal fuente de ingresos al fisco venezolano, sufre una inflexión a consecuencia de la baja de los precios internacionales de crudo. En el año 2015, año de la guerra económica y año de una depreciación de más de 60% del barril, el presupuesto estatal se compuso en más de su 70% con recursos provenientes de la recaudación fiscal en sus diversas fórmulas (IVA, ISLR, impuesto al lujo, gravámenes a importaciones, etc.).

Durante el año 2015 el fisco venezolano recaudó 658.700 millones de Bs, teniendo un superávit de 229% sobre la meta prevista. El  Presidente Maduro realiza una reforma vía habilitante a la Ley de Impuesto e ISLR, dirigiendo a los sectores (contribuyentes, muchas veces evasores) más acaudalados del país, un aumento de 6 puntos en el ISLR, lo que significa un aumento en la cuantía de recursos que irán ahora al beneficio público. Maduro afirmó que esta medida irá hacia un universo de 3000 personas naturales y jurídicas, los más ricos del país.

La recaudación fiscal en el marco de las actividades no petroleras comienza a consolidarse como la fuente medular de recursos públicos, estos recursos además de atender las demandas poblacionales por medio del funcionamiento regular del Estado y la política social, tiene una onda expansiva más allá de lo público, pues dinamiza recursos, bienes y servicios incluso en el contexto de la economía privada. Los recursos del Estado son el corazón de la economía doméstica venezolana. En medio de la coyuntura del precio petrolero, la dirección chavista de la economía se reorienta consolidando nuestra cultura tributaria y apunta a la superación de la dependencia casi absoluta que hemos tenido de la captación de renta por exportación petrolera. El Estado reorganiza su presupuesto, pero también sus formas de captar recursos.

2. Que paguen la crisis que generaron

La guerra económica ha significado un acto brutal de distorsión de condiciones económicas elementales en las grandes capas sociales de nuestro país. En ese contexto, lo público debe fortalecerse, generando y captando más riqueza para distribuirla, de manera más eficiente, atendiendo nodos críticos. La dirección chavista de la economía ha asumido defender a la gente en medio de la coyuntura, entendiendo que quienes menos tienen no deben ser quienes deben cargar a cuestas con los desmanes de las distorsiones económicas.

La guerra ha intentado detener lo público, induciendo una inflación que ha intentado espalillar los recursos públicos que podrían ser insuficientes para atender las necesidades de la población si no se toman las medidas extraordinarias que Maduro ha anunciado.

3. Cobrarles en la salida

La destrucción de los sistemas de precios articulada a partir de una especulación exacerbada en todos los ámbitos de le economía, ha generado una enorme acumulación de capital por parte de los agentes principales de la guerra económica. La reforma de la ley de impuesto a las grandes transacciones financieras, dirigida especialmente a estos sectores que han expoliado criminalmente el salario de la población, elevará la carga tributaria en un 0,75% en sus monumentales movimientos de capital dentro del sistema financiero privado. Si algo le duele a la burguesía criolla es el capital y sus formas de acumulación en medio de la guerra. Arrebatarles una porción significativa de la incontable cantidad de billetes sustraídos del bolsillo de la gente durante dos años de guerra económica, desarticula en buena medida la impunidad fiscal de la cual gozaban en el marco de su estrategia de desestabilización económica.

4. Dólar paralelo y certificado de producción

Con la reforma a la legislación de régimen cambiario y sus Ilícitos, se fortalece la penalización a cualquier actor económico que intente legitimar en la economía real la tasa del dólar paralelo. Se cambia el requisito de certificado de producción, que condiciona a los actores que pueden acceder a las divisas del Estado y se crean mecanismos de autorización para actores económicos que puedan exportar para obtener divisas por mecanismos propios, desahogando con esto la dependencia del Estado en ese sentido.

5. Petroquímica, oro y otros recursos minerales

A los fines de diversificar el ingreso nacional en divisas, el Estado ha asumido por un lado, abrir mecanismos de inversión financiera, tecnológica y de oportunidades en mercados, a la industria petroquímica venezolana por medio de la asociación internacional. Esto significa no sólo más ingresos en divisas en el corto plazo, significa diversificar con mayor rapidez en el mediano plazo la matriz de exportaciones de productos venezolanos, en este caso, de la petroquímica, siendo esta una industria estratégica con enormes potenciales y en manos de la propiedad social estatal.

Por otro lado, Maduro ha decretado la hegemonía total del Estado en el aprovechamiento de los recursos minerales venezolanos como el oro y otros estratégicos como el coltán. En el caso del oro, este, además de consolidarse en manos del Estado como un recurso de exportación (que ayudaría a diversificar la matriz de ingresos en divisas) será también factor fundamental para el fortalecimiento de nuestra base de reservas internacionales. Venezuela es el país que más oro tiene como componente de reservas internacionales en América Latina, es clave medular de nuestra base monetaria. Ante la baja del crudo y la pérdida de liquidez en divisas, la base de reservas debe fortalecerse por otras vías expeditas que pueden basarse en la extracción del oro. La explotación de otros recursos minerales estratégicos como el coltán, significa en el mediano plazo otra fuente de divisas. Maduro ha hecho apertura de estas actividades a la inversión nacional e internacional para eficientar la captación de esta riqueza.

6. El chantaje (por venir) de Fedecámaras y sus puntos débiles

Quienes creían (escuálidos y chavistas descontentos) que los resultados electorales del 6D nos iban a amilanar y a colocar en una postura de temor ante los actores de la guerra, se equivocaron. Es ahora el directorio revolucionario en las postrimerías de la instalación de la Asamblea Nacional dominada por la derecha, quien impone las condiciones de juego, dictamina los tiempos políticos del 2016 y los escenarios de confrontación contra la burguesía parasitaria.

Estos anuncios, que superan lo meramente económico, diseñan políticamente el objetivo estratégico de sobreexplotar los puntos débiles del enemigo y colocar en el debate público los verdaderos rostros responsables (y beneficiarios) de la guerra económica. Fedecámaras y los intereses transnacionales que ella representa, son incurables adictos a la evasión de impuestos, a la impunidad fiscal y tributaria, a la especulación y a la defensa de los vericuetos legales que impiden que su “patrimonio”, resultante del robo masivo a la población, no se vea perjudicado.

Ahora que el Gobierno impone en la realidad un conjunto de medidas que apuntan a establecer los mecanismos bajo los cuales se financiará la vida económica nacional en un contexto de abrupta caída de los precios del crudo, Fedecámaras y sus serviles diputados tendrán que defenderse explicando que no están de acuerdo con pagar impuestos para contribuir con el desarrollo de la educación y la salud, que no están de acuerdo con dejar de especular con el dólar paralelo aun cuando ellos no producen dólares y los reciben Estado y que no están de acuerdo con el certificado de producción porque muchos de ellos viven de importar forros para celulares y chucherías.

¿Cómo le van a explicar al país que ellos no quieren pagar impuestos y tributos porque eso los hace menos ricos? ¿Cómo dirán que siempre se han mantenido por fuera de la ley? ¿Cómo van a explicar que fijar los precios a dólar paralelo es algo que no debe sancionarse y que trabajar con el precio oficial perjudica sus mecanismos de acumulación de capital? ¿Cómo van a explicar que eso de financiar escuelas y hospitales públicos no les conviene? ¿Cómo dicen que no les importa en lo absoluto nada que reduzca los dígitos en sus cuentas bancarias?

Quedarán en evidencia como los estafadores, evasores de impuestos y amamantados por la renta petrolera que siempre han sido, pero ahora con más fuerza por las condiciones propias de explotación mediática que les otorga haber ganado las elecciones parlamentarias. Ganaron, pero ya no tienen la última palabra. Ahora tienen que defender sus atrocidades y su atrofiado modelo económico. Delen, pues. Todo el mundo los observa. Lúzcanse.

Fuente: http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/seis-claves-de-la-ofensiva-habilitante-en-lo-economico